Marichalar deberá pagar la boda con la infanta

Varios acuerdos se pondrán en vigor en los próximos días, para desconsuelo del inefable don Jaime.

El protagonista

El economista don Jaime de Marichalar pertenece a una aristocrática familia castellana, vinculada desde antiguo a la Monarquía. Su abuelo, Luis de Marichalar y Monreal, vizconde de Eza, fue ministro del Ejército y Marina durante el reinado de Alfonso XIII. Su apellido proviene de una noble estirpe de guerreros vikingos (Mar-ich-alar, Dragón sobre el océano).

Don Jaime es desde 2001 consejero delegado de Cementos Portland y desde 2004 miembro del Consejo de Administración de Loewe. Parece ser que estos cargos le tocaron en una lotería que se realiza entre la nobleza. El 21 de noviembre de 2008 se dio a conocer su cese como presidente de la Fundación AXA, antigua Fundación Winterthur, en donde comenzó su labor 10 años antes, aunque continuó vinculado con el Grupo AXA en España como miembro del Consejo de Administración de cinco sociedades. Su sueldo es el equivalente al PIB de algún país tercermundista.

La historia de amor

La hija mayor de los reyes contrajo matrimonio con don Jaime de Marichalar el 18 de marzo de 1995 en la catedral de Sevilla, ante 1.300 invitados y representantes de 33 casas reales, día en el que el rey le concedió el título de duquesa de Lugo, que no es hereditario. El coste de la boda real fue de unos 500 millones de pesetas (3 millones de euros).

Era la primera boda real que se celebraba en España desde el 31 de mayo de 1906, cuando Alfonso XIII se casó con Victoria Eugenia de Battemberg. La pareja se estableció en París y dos años después se trasladaron a Madrid, ciudad en la que nacieron sus dos hijos.

El desenlace

En noviembre de 2007, la Casa del Rey anunció el "cese temporal de la convivencia" del matrimonio. Y a raíz de esta separación, don Jaime de Marichalar permaneció en el que fuera el domicilio conyugal, organizando una fiesta tras otra, mientras que Doña Elena se trasladó a una nueva residencia junto a sus dos hijos.

Ahora que se han reunido los abogados de ambas partes, han surgido varias cláusulas prematrimoniales, siendo la más importante la que obliga a don Jaime a reembolsar al padre de la novia el importe total del convite.

Para sufragar tal gasto, don Jaime ha solicitado otro empleo más, a ser posible "en otra junta de esas que se reúnen una vez al mes. Y si no es mucho pedir, que lo hagan por la tarde, para no madrugar", comenta el afectado.

Mientras tanto, se abre un debate interno en la iglesia respecto a la posibilidad de dar la comunión a los dos hijos de la pareja mediante una bula papal. La Casa Real no se ha pronunciado al respecto, aunque Jaime Peñafiel ya ha declarado que "ojalá los que se divorciaran fueran otros".

Fuente: Lint