La explosión de la burbuja inmobiliaria ha afectado a todas las entidades bancarias hasta límites insospechados.
La última propuesta lanzada por un grupo de bancos liderados por Emilio Botín consiste en regalar a los clientes preferentes que así lo soliciten uno de los pisos que tengan en stock y que se consideren "poco atractivos para la venta".
Para Eugeni Trinxadó, secretario general financiero del Grupo Santander, "esta operación nos permitirá deshacernos de 84.000 pisos que sólo nos generaban gastos. De este modo, nuestros clientes se pondrán muy contentos, y nuestros inversores se quitarán un peso de encima".
Las primeras reacciones de los clientes no se han hecho esperar. Para Acacia López, una de las beneficiadas, "Si el banco ya nos trataba bien, ahora nos ha puesto una alfombra roja bajo los pies. Me siento como si me hubiera tocado otra vez la lotería". Y es que doña Acacia fue agraciada con 120 millones de euros de La Primitiva hace tres años.
Por otro lado, colectivos de okupas han expresado su disconformidad. Así se expresa uno de sus portavoces, que prefiere ocultar su nombre bajo la identidad de Kazike: "Lo que nos faltaba. Pisos gratis para los que ya están forrados. Menuda panda de sinvergüenzas. ¡Kemaremos sus kelis!".
Se ha convocado para el próximo sábado una manifestación para que los pisos sean donados a la gente joven y sin recursos. Se espera una afluencia masiva, aunque luego a la hora de la verdad vayan los cuatro gatos de siempre.
Fuente: Lint
martes, 17 de noviembre de 2009
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