El propietario de la librería Gigamesh de Barcelona, el ecléctico Alejo Cuervo, ha sido condenado por difundir obras frikis, que editaba y vendía en su local.
Cuervo también ha sido condenado al pago de una multa de 6.000 euros y la sentencia ordena la destrucción de todos los libros y objetos incautados en la librería, como un busto de Batman o una réplica del sombrero de Rincewind, así como libros firmados, fotografías y carteles de temática frikicultural.
En la sentencia, el Juzgado de lo Penal nº13 de Barcelona condena al librero por un delito de difusión de ideas frikis y otro contra los derechos fundamentales, al considerar que las obras que comercializaba suponen "un menosprecio al típico aborregamiento hispano y desprestigio de otras paparruchas", y hasta recomiendan la segregación cultural.
Cuervo fue condenado en 1998 a dos años de prisión, a raíz de un anterior registro en su librería, pero en 2008 la Audiencia de Barcelona rebajó su condena a siete meses de prisión después de que el Tribunal Constitucional (TC) dictaminara que la venta de cómics de Planeta, Panini y Glénat no es delito. En esa ocasión no ingresó en prisión al carecer de antecedentes, pero ahora, si la sentencia se convierte en firme, podría acabar en la cárcel.
La nueva sentencia desmonta el argumento de Alejo Cuervo de que comercializa libros de todo tipo y concluye que todas las obras que tiene a la venta "son capaces de despertar conciencias, alterar los conocimientos y convertir a los niños en meros replicantes".
"Son libros en los que nadie se hace responsable de nada, donde se dice que las personas de raza élfica son superiores, que la mejor forma de respetar a los trekkies es viendo la serie de TV junto a ellos y renegando de JJ Abrams, que la TDT traerá la desaparición de la civilización, y que las mujeres cuando van a una partida de rol van a pescar marido (...)", según la sentencia.
El juez comparte en su fallo "la idea de que cada persona tiene derecho a pensar lo que quiera", pero advierte de que "no cabe adoctrinar en el frikismo, en la discriminación de los analfabetos, en el gafapastismo o en la difusión de materiales que nos podrían hacer pensar que existen otros mundos (...)"
La sentencia rebate la versión de Cuervo de que no conocía el contenido de todos los libros que publicaba. Además, para el juez, "no es creíble" esa excusa, teniendo en cuenta que en su propio juicio "demostró tener unos conocimientos propios de una persona con una vasta y amplia cultura friki". También subraya que posiblemente sea culpa suya que George RR Martin todavía no haya publicado el quinto volumen de Canción de Hielo y Fuego. "Qué tranquilo el sueño de los imbéciles", murmuró Cuervo mientras era conducido a las dependencias de los Mossos.
Fuente: Lint
1 comentarios:
Esto sí que me ha sorprendido. Esta librería tiene libros muy guapos de ciencia-ficción, de los mejores.
Lo que no sé es si este género es considerado friki. ¿Cómo lo ves?.
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