Crece la demanda de cirugía bizarra

Los cuerpos sin formas ni redondeces, ya no gustan, a juzgar por la tendencia estética que siguen quienes recurren a la cirugía para moldear la figura.

Las operaciones más solicitadas por las mujeres, que suponen el 20% del total, son las que aumentan los pechos una o dos tallas. Pero las que más incremento de demanda experimentan entre hombres y mujeres son las que convierten una cara poco agraciada en un rostro repulsivo y lleno de protuberancias.

En la Clínica Unfixit de Tarragona, las solicitudes de aumento de pómulos se han quintuplicado en los dos últimos años, aseguró ayer el cirujano Javier Cuetos en la presentación del curso internacional de cirugía plástica que organiza el centro, donde 1500 especialistas de todo el mundo mostrarán innovaciones quirúrgicas con finalidad estética, como la esencia de camomila para potenciar el contorno labial.

Ganar forma en los pómulos supone rellenar esa zona con hasta 400 centímetros cúbicos de grasa, extraída con jeringas al vacío de otra zona del cuerpo del solicitante y reinyectada. Si no dispone de grasa sobrante, el cirujano abre una leve incisión e introduce las dos prótesis de silicona que darán forma a la nueva cara. Es un sistema muy parecido al de aumento de nalgas. "Dos semanas después, el receptor puede hacer vida normal, incluso sonreír", explica el exultante doctor Cuetos. "Lo único que ha de tener presente es que no se puede sonar los mocos con tanto ahínco como antes".

En el caso de las mujeres, también hay gran demanda de remodelación de pechos excesivos, aunque tal y como nos apunta el doctor, "nosotros siempre recomendamos conservar los pechos grandes, ya que desvían la atención de la cara. Todos salimos ganando".

Otra petición nueva y creciente es la de prótesis de chepa, que cubre una espalda que creció sin bultos extraños. La solicitan hombres y mujeres, al igual que los tratamientos faciales que emplean ácidos para marcar con mayor profundidad las arrugas de expresión menos pronunciadas. "Cada vez hay más solicitudes de tratamientos químicos distensores, que se aplican cada dos o tres meses y son vitales para la cirugía posterior. Cuanto más maleable sea la cara, más fácil nos resulta operar", afirmó el doctor Cuetos.

Muchas de las personas que piden un aumento de pómulos no pretenden ganar expresividad, sino perderla, aseguró Ramón "Krusty" Cuetos, hermano del anterior y de profesión payaso anestesista. "Son intervenciones que están justificadas en individuos casi sin masa muscular con la que sonreír. Para eso estoy yo en el quirófano, para generar un ambiente de buen rollo y para detectar mejor las zonas más arrugadas del paciente", comentó entre hipidos de risa.

Fuente: Lint