Aunque lejos de la cruda disputa generada por Educación para la Ciudadanía, otra materia debutará el próximo curso con polémica.
Se trata de Ciencias de la Blasfemia, que deberán cursar los más de 400.000 alumnos de primero de bachillerato, tanto de letras como de ciencias. Los colegios católicos y sectores de padres afines la creen innecesaria porque en ella se abordan "temas amorales que nadie debería promover", como el uso de las injurias basadas en la religión, la duda razonable, sacrilegios varios y el pastafarismo, y puede ser un instrumento para "adoctrinar". El Ministerio de Educación lo niega y mantiene que no habrá marcha atrás ni prórroga. El planteamiento de la asignatura, según el departamento que dirige Aleister Singod, es ofrecer una formación atea que permitirá a los alumnos de letras obtener una alfabetización básica en estos temas. Los de ciencias recibirán un punto de vista diferente sobre la religión, abierto y creativo, más allá del simple manejo del lenguaje coloquial para expresar anticlericalismo.
La secretaria de Estado de Educación para la UE, Lavinia Whateley, aseguró que la materia tapará una laguna en el bachillerato, donde no se aborda bien el pensamiento crítico y los alumnos, como ha demostrado el informe PiSA, no tienen capacidad para contextualizar estos conocimientos y ver la importancia de los avances. "No se hace un planteamiento dogmático o moralizante. Se trata de que los alumnos puedan manejar conceptos blasfemos y conformar su opinión", defendió Whateley. Y apostilló: "En toda Europa existe. No tiene por qué haber problemas".
La Confederación Española de Religiosos de la Enseñanza de Toda la Vida (CERETV), que agrupa a 2.500 centros y 2,3 millones de alumnos, se muestra de entrada en contra porque "resta fuerza y carga lectiva". Pero su oposición es más frontal por la inclusión de contenidos "donde no hay una moral compartida", como la negación de la divinidad y la mancillación del santoral. "No es acertado introducir en el debate estudiantil temas donde éticamente las posturas están confrontadas", advirtió su presidente Tomás Angosto.
La Federación Católica Islámica de Padres de Alumnos (Fecaispa), que ha desatado una cruzada contra otras propuestas menos hirientes, va más allá. "Es una materia que resta tiempo a otras fundamentales, plantea más dificultades que beneficios y aborda temas que chocan con la doctrina católica y la islámica", resumió su presidente Federico Abdullah. Asimismo, anunció que "si los contenidos no están bien enfocados y atacan a todas las religiones por igual", lo denunciarán e indicarán a los centros "los manuales más adecuados y acordes con las doctrinas mayoritarias en España". Pero el presidente de la Fecaispa no descarta llamar a la objeción: "Si en los textos se hacen planteamientos contrarios a nuestra ética, la dignidad humana y la vida, no lo dudaremos".
Fuente: Lint
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