Los alergólogos han detectado una nueva enfermedad laboral, el esfinter sibilante, que aunque se conocía, hasta ahora no se consideraba como patología ocupacional.
Una revisión de estudios dirigida por el doctor Javier Sanjusto, coordinador de la Sociedad Española de Urología Clínica (SEUC), ha confirmado la relación de esta enfermedad con exposiciones a tareas con potencial alergénico en el lugar de trabajo. Los síntomas del esfinter sibilante son tos y leves escapes de gas vía rectal, y puede derivar en desparrame o en una limitación progresiva crónica de la función de evacuación si no se diagnostica a tiempo, aunque al ser tan reciente, "aún se desconocen los mecanismos que llevan a esta delicada situación y su evolución a largo plazo”, señala el doctor Sanjusto.
Habitualmente no se detecta porque no se le da importancia a los síntomas y no hay alteraciones significativas en el ambiente de trabajo, ni siquiera ante la presencia del jefe o del agente alergénico. Para diagnosticarlo es necesario contar la cantidad de midicloritos (unos leucocitos que aumentan en reacciones alérgicas) y que sólo se encuentran en el esfínter. Esta enfermedad escatológica es más frecuente en personas de mediana edad que tosen por la mañana. No sufren sensación de ahogo ni pitidos, como en el asma, y su patología es en parte psicológica. No obstante, mejoran con psicotrópicos inhalados, y empeoran notablemente con las judías, las coles y los puerros.
Se calcula que entre el 3 y el 7 por ciento de los síntomas analógicos relacionados con el trabajo están provocados por el esfínter sibilante. Cuando es de origen laboral, los pacientes tosen más al llegar al trabajo. “Suele estar provocada por un deseo inconsciente de ahogar el sonido que ocasiona el esfínter, pero por desgracia es tan agudo que es imposible de camuflar”, asegura el doctor Sanjusto. Sin embargo, como se reconoce en el libro Patología escatológica ocupacional, coordinado por los doctores Bonifacio Ágreda y Santiago Casas, “en muy pocas ocasiones se ha podido determinar el agente causal”. Para identificarlo, hay que realizar un estudio inmunológico y pruebas de provocación con distintos agentes.
Aún no se conoce si al suprimir la exposición al agente alergénico el esfínter sibilante desaparece por completo, aunque según los expertos es muy posible. Por ese motivo, el doctor José María de Saint Exupery, presidente de la SEUC, recomienda que en caso de tos persistente que se agrava en el trabajo, acudir a los lavabos lo más urgente posible. Hasta entonces, para descubrir el agente causal, “hay que intentar, en la medida de lo posible, cambiar las condiciones del entorno de trabajo”.
Fuente: Lint
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