Internet no existe

Una broma que se fue de las manos ha resultado ser el origen del mito de la red de redes. Sus autores -ahora jubilados- confesaron ayer que, en realidad, Internet no existe.

Alice Lindsay y Bob Lohan, reputados profesores de la Universidad de California (UCLA), explicaban así lo ocurrido: “Era el 69 y había ese tipo, el general Zuckerman, que era un pirao. Estaba flipao con los rusos, los veía por todas partes, y estaba acojonao con que nos atacaran. Así que a Bob y a mí se nos ocurrió gastarle una broma. Le dijimos, oye, pues podríamos conectar ordenadores en red, así si nos atacan seguiría habiendo comunicaciones. Qué risa, tío. La verdad es que ese día íbamos muy fumaos”.

El Dr. Lohan ratifica la historia. “Lo peor es que a Zuckerman le moló el tema y nos plantó un maletín lleno de pasta para que lo hiciéramos. Empezó a decir que si éramos unos patriotas, que si se iban a cagar los comunistas, que si habíamos librado a América del Imperio del Mal,... Joer, no supimos decirle que era una broma. Pensamos que no se lo tomaría bien”.

De ese modo, la pareja de informáticos no tuvo más remedio que proseguir con la charada. “Lo que hicimos fue hablar con un colega nuestro de Santa Bárbara y decirle que nos siguiera la corriente. Entonces llamamos a Zuckerman y le dijimos que los ordenadores estaban en red. Pero, en realidad, era nuestro colega el que tecleaba muy rápido lo que nosotros le dictábamos por teléfono. Zuckerman ni se enteró”.

Sin embargo, ese éxito no alejó los problemas de Lindsay y Lohan. Antes al contrario, los agravó.

“Zuckerman habló con sus jefes y se les fue la olla”, explica la Dra. Lindsay. “Nos pidieron que hiciéramos lo mismo, pero con más ordenadores. Cosa que, claro, era imposible. Así que algo tuvimos que pensar”.

El Dr. Lohan asiente, con expresión de dolor. “Ahí empezó el calvario. Cada vez que nos pedían una demo, teníamos que ir Alice y yo cada uno a un ordenador, y teclear muy rápido para que pareciera que estaban en red. Con siete u ocho ordenadores era fácil, pero cuando empezaron a ser decenas, nos empezó a agobiar un poco. Y mientras era texto, aún. Pero cuando vinieron los ratones y los gráficos y tal, no veas”.

“Y luego está el tema de las siglas”, interrumpe la Dra. Lindsay. “Para darle credibilidad, cada tanto fuimos inventando siglas. Porque no se iban a creer que un tinglao como este no evolucionara. Así que tuvimos que sacarnos del culo nombres raros. TCP/IP, WWW, SMTP, POP3, IRC, HTML, VoIP, ADSL,... Al principio no había problema, dabas un manotazo en el teclado y te inventabas el acrónimo de lo que saliera. Pero ya se nos acaban las combinaciones. Que son cuarenta años de cuento, oiga. Ya ni borrachos de tequila se nos ocurren cosas nuevas”.

Preguntados sobre cómo han sido capaces de mantener el engaño durante todo este tiempo, a ambos se les saltan las lágrimas. “Pues ha sido jodido, para qué mentir”, confiesa el Dr. Lohan. “A ver si se piensa usted que es fácil que dos personas hagan creer a millones que sus ordenadores están todos en una red mágica de información. Pero, ¿sabe qué? ¡Que la gente se lo cree! ¡Se lo cree todo!”.

La Dra. Lindsay se justifica. “¡Pero es que son muy tontos! Nosotros decíamos, tío, que se van a dar cuenta. Que no damos abasto y se va a notar que esto de Internet no funciona bien, que va a saltos. Se nos va a ver el plumero. Vamos a ver, ¿es que a la peña le parece normal que el muñequito del WoW esté en un sitio y de repente aparezca en otro o esté muerto sin más? ¿A que es raro? Pues nada, a alguien se le ocurrió decir que eso era por una cosa llamada “lag” (que no sé de dónde se sacaron), y todo el mundo lo dio por bueno. ¡Qué “lag” ni qué leches! ¡Lo que pasa es que no nos da tiempo a Bob y a mí de mover todos los muñequitos a la vez! Pero la gente está en babia. Y así no se puede”.

Ambos informáticos deciden terminar la entrevista explicando por qué confiesan ahora su broma.

“En parte es porque ya no tecleamos tan rápido como antes y nos iban a acabar pillando. Pero sobre todo es por el tema del P2P, que ahora se están poniendo muy chungos con eso de compartir pelis. Y como se enteren de que somos nosotros los que copiamos todas, nos va a caer un puro del cagarse. Así que mejor nos retiramos ya”.

Ante la pregunta sobre lo que creen que le pasará ahora a toda la gente que se ha acostumbrado a usar Internet, la Dra. Lindsay se encoge de hombros. “La verdad, me la repampimfla. Que hagan otra cosa. No sé, ver la tele, ir al fútbol,... Ni que eso de Internet sirviera para algo”.

Fuente: TaoCat