Ego te absolvo, hit del rap

A nadie se le ocurrió que tras la banda de rap Demon Shyness se ocultaban 4 sacerdotes del Vaticano. Y como vocalista, un apuesto cardenal con voz de barítono.



Se nos llevan los demonios. Con máscaras demoníacas y un lujoso vestuario de ángeles caídos, Demon Shyness (la Timidez del diablo) era el grupo insignia de todos los amantes del rap desde la costa Oeste americana a Sydney.


Sus ritmos subterráneos y oscuros parecían desvelar a unos músicos salidos de la boca del diablo, dispuestos a abjurar contra el reino de los cielos con un guitarreo agónico que recordaba a Hendrix en éxtasis y a Jimmy Page con guitarra de doble mástil en llamas. Pero no era así, pues el mensaje entrelíneas era conciliador y muy cristiano. Por ello, eran casi divinos para sus fans, unos incondicionales que les seguían con fe ciega. Con este devoto respaldo, consiguieron con talento y una estética rompedora hacerse un hueco en un sector musical dominado tradicionalmente por artistas negros underground.

Su Hit, Ego te absolvo (“…tus pecados, cabronazo, en el nombre del padre, Peter Griffin, del hijo, Bart Simson, y del Espíritu Santo de la Paloma de Picasso. Amennnn”) vendió diez millones de copias en todo el globo, con especial incidencia de África y EEUU, donde el mensaje había calado más hondo. A este temazo -que reivindicaba el perdón incondicional al prójimo- le siguió durante dos meses consecutivos en las listas latinas, búlgaras y peloponenses, Mea culpa, Satanasa que versaba sobre la infidelidad matrimonial y la provocación sexual continua e inevitable de las mujeres a los hombres.


Quién iba a sospechar que tras las máscaras de estos irreverentes músicos se ocultaban las identidades de cinco personalidades de la Iglesia Católica Apostólica y Romana, que cansados de predicar en el desierto se subieron a la picota musical para evangelizar a las masas a golpe de ritmos afro-urbanos.

A consecuencia de este escándalo a escala mundial, el Vaticano está que clama al cielo: no sabe si perdonarlos con una bula de la Santa Cruzada (pues estos osados proselitistas tienen mucho mérito al haber sido capaces de llevar la palabra de Dios a unos infieles altamente hostiles) o excomulgarlos a matacandelas, apagándoles las candilejas públicamente en la misma Plaza de San Pedro a ojos de todos sus fans, invitados ex profeso al evento.


Lo cierto es que Demon Shyness, retirados indefinidamente del panorama musical actual, han dejado un vacío artístico irremplazable. Su fervor cristiano en formato funk te arrastraba a hacer examen de conciencia y propósito de enmienda. Con todo el dolor de nuestro corazón, pues éramos fieles seguidores, le deseamos que Descansen en paz: RIP, Demon Shyness.


Fuente: Farming News